04 Mar 7 Creencias erróneas que tienes cuando estás bajo ansiedad
Mito n°1. “Puedo solucionar esto sola/o”.
Este mito tiene que ver con desconocer la propia necesidad de apego y apoyo. No apoyarse en otros, dejar de conversar y buscar a nuestros seres queridos. Y si ya llegaste hasta este punto es porque claramente no es algo que puedas resolver solo/a. ¿Golpe al ego? Puede que lo sea para muchos, y quizás ese sea el comienzo de este aprendizaje.
Mito n°2. “Esto se me pasará”
Seguir con la inercia, pensando por ejemplo que las crisis se detendrán solas, sin que yo tenga que hacer nada el respecto. Exigirse seguir igual que siempre. Dejarse estar con malestares, dolores.
Para mi eso es como un resfrío mal cuidado (que usualmente trae una recaída). El problema de esto es que como no nos encaramos con lo que nos está ocurriendo, terminamos actuando desde la culpa y el miedo, y mirando el futuro desde esos lentes (los sentimientos afectan nuestras percepciones). La negación de nuestros límites y necesidades nos tendrá “marcando el paso en la misma baldosa”.
Mito n°3. “Salgo a tomarme unos tragos y ahí me distraigo”.
En estos casos creer que el alcohol (u otras sustancias) me ayudarán a olvidar lo que siento y a “no darle tanta importancia” es un riesgo enorme, pues lo más probable es que potencien tus crisis.
Mito n°4. “Si presto mucha atención a esto que me ocurre terminaré paralizándome y no puedo parar ahora”.
Exigirse seguir cumpliendo igual con los otros y continuar con las mismas responsabilidades, forzarse a estar bien, exigirse perfección es no dar espacio alguno a mi salud cuando ella misma me lo está pidiendo. Claramente es bueno buscar un equilibrio, tampoco andar reflexionando todo el día o dejar a todo y a todos botados será la solución. Pero sí será importante buscar espacios, momentos, actividades y personas que te acompañen, apoyen y ayuden en este periodo.
Mito n°5. “Mi problema es físico”. “Lo mío es por mi colon irritable”, “algo debo tener al corazón” (Atribuir todos mis males a una condición asmática, alérgica, al hecho de tener la presión alta, o de sufrir de jaquecas)
Este mito tiene que ver con asumir que las propias dificultades fueran originadas por una enfermedad del cuerpo. Acudimos a medicamentos, hacemos varios exámenes, aunque “no me han encontrado nada aún”. En lugar de permitirse sentir eso que anda por ahí revoloteando, poder aceptarlo y trabajar en eso que siento, asumiendo que nuestro cuerpo, mente y emociones siempre están relacionándose.
Mito n°6. “Haré exactamente lo que hizo mi amigo/primo/vecino, al que le pasó lo mismo que a mi”
Darle mucha importancia a lo que otros opinen y te aconsejen es algo delicado, pues todos somos diferentes, y es difícil que otros sepan mejor que tú qué es lo que te ayudará a estar mejor. Creer que si hago el tratamiento que hizo Juanito me sanaré enseguida puede ser un gran error.
Puede parecer contradictorio que yo te diga esto (pues estoy aquí mismo detallándote unos mitos, y algunos consejos…) pero la verdad es que ir buscando tu camino es lo que me parece más acertado.
La única receta (si es que la hay) es que, en una primera instancia, busques ayuda, que puedas apoyarte en otros y que puedas ir recorriendo tu propio camino (acompañadamente). Un camino que tienen mucho que ver con reencontrarse con uno mismo y con sus emociones.
Mito n°7. “Fracasé”
El hecho de estar inhabilitada por la ansiedad y las crisis, puede hacerte sentir que eres una persona fracasada, incapaz, poco exitosa, etc. Es usual dudar de nosotros mismos en esos momentos, sin embargo tomando conciencia de nuestros límites y necesidades poco a poco podremos retomar nuestro camino ¡aún más fortalecidos! Así es, porque tu debilidad se convierte en tu fortaleza y esta será una gran lección para aprender a conocernos, y a cuidarnos.