¿No sabes por dónde empezar o te sientes cansada para dar un primer paso?
¿Te asusta lo que pueda pasar si haces un cambio?
Descubre lo que vivieron algunas mujeres que al igual que tu vivían corriendo, exhaustas, atrapadas, frustradas, sin ver una salida clara a lo que les pasaba, o creyendo que no tenían otra alternativa que seguir viviendo de esa manera.
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Más testimonios
Dani Álvarez, Mamá y Profesora
“Estaba ansiosa, estresada, angustiada.
Me ayudó a sentirme capaz de lograr muchas cosas, de darme mi espacio, mi momento, a valorar mi tiempo sola.
Fue un todo, el aprendizaje teórico, los ejercicios, las conversaciones. Todo fue muy significativo para aplicarlo en mi día a día y con mi familia”.
No hay que pensarlo, solo hay que hacerlo. Porque la experiencia es maravillosa“.
Giovi, Mamá y Arquitecto
“Tomé el curso Mamás en Calma, tengo que decir que obtuve resultados importantes en cuanto a mis reacciones aún estando estresada.
Y si por alguna razón me siento fuera de control este curso es una herramienta a la cuál acudir cada vez que lo necesite.
Tú misma debes aprender y tomar el hábito de regalarte momentos para ti entendiendo que es en beneficio no solo de ti sino de los tuyos ya que el resultado termina en ser una líder de la manada más tranquila y consciente y en tanto más comprensiva y amorosa en tu núcleo.
No dudes un momento en tomarlo si te estás sintiendo un poco perdida en el camino de la maternidad, necesitamos compañía y alguien que nos escuche desde la misma experiencia”.
Clau Godoy, Mamá y Gastrónoma
“Fue en un momento preciso de mi vida que encontré este espacio.
Pero las cosas no estaban yendo bien en mi vida anímicamente.
Me han servido mucho los ejercicios, sobretodo cuando me siento con angustia, sobrepasada, me ayudaron a calmarme e irme relajando.
Fue lindo compartir con otras mamás, me sentí acompañada en todo momento”.
Vero Bahamondes, Mamá y Consultora Recursos Humanos
“Agradecida por haberlas encontrado.
Cuando comencé dije que no me gustaban estas cosas grupales e insistí en que fuera individual, pero fue una buena alternativa el grupo y poder escuchar a otras mamás y saber que hay otras que estaban viviendo lo mismo.
Saber que al otro lado de un whatsapp o un día sábado hay alguien que te está escuchando es bien confortante y me sentí bien acompañada, porque como me alejé tanto de todo, de mis amigas, mi trabajo, solo estoy con mi hijo, era necesario tener conversaciones con otras mujeres que me entendieran, que pasáramos lo mismo, el poder hablar sin tener que explicar más detalles.
Muy agradecida.
Los dos meses pasaron volando, siento como que fue la semana pasada que empezamos”.
Dani Haro, Mamá y Científica
“Excelente Programa, me dio mucha Calma.
Tiene muchos ejercicios para realizar y uno puede elegir el que más le acomode. Entrega herramientas que sirven para toda la vida y que son útiles para cualquier persona, no solo Mamás.
Comencé el Programa muy estresada, angustiada y me propuse realizar los ejercicios a diario.
Realmente conseguí calma y tranquilidad.
Ángeles es muy dedicada y excelente profesional.
Me gustó que el Programa no tuviera casi nada para estudiar solo practicar.
No hay nada que dudar, a tomar el Programa”
Pilar Maldonado, Mamá y Psicopedagoga
“Antes de tomar los cursos, no sabía qué era lo que me pasaba. No sabía que había otras soluciones para manejar lo que a mí me pasaba. La ansiedad, el estar sobrepasada en la maternidad, como mamá primeriza, y que había más personas que estaban pasando por lo mismo.
Pensaba que era yo no más y me sentía culpable, “mala madre”.
Cuando empecé a trabajar en los cursos, esos mitos fueron desapareciendo. La relación con mi pareja estaba mal, porque nos recriminábamos los dos hartas cosas, pero luego del curso empecé a ver el lado de él y el lado mío.
Respecto a mi hija, empecé a ceder un poco más responsabilidad al papá, porque antes me llevaba yo toda la carga. Y a disfrutar también más de mi hija, es una etapa importante, en que son tan chiquititos.
Lo que más me gustó fue que pude conocerme más y saber cuáles son mis fortalezas y mis debilidades, y supe que para todo hay solución. A veces uno se ahoga en un vaso de agua y las soluciones están ahí.
También, que a través de los ejercicios uno se puede ir calmando y autoregulando. Eso fue lo que más me gustó: que uno queda con una herramienta para toda la vida, de manejo del estrés, para autoregularse y calmarse.
A otras mujeres y mamás les diría que va a ser una gran herramienta para ellas, para que puedan mejorar su salud emocional, físico, mental y para que sepan que hay más personas que pasamos por lo mismo”
Andrea Castillo, Mamá y Administradora en Área Rec. Humanos
“Estaba muy afligida, porque no podía descansar. Mi cuerpo era el que reaccionaba, porque me dolía mucho, estaba con muchos dolores, también muy ansiosa, y con muchas dudas por distintas cosas que estaban pasando y por cosas que tenía que ir solucionando en mi vida cotidiana. Estaba muy tensa, con dolores de cabeza, comenzando a tener insomnio. Sentía que tenía que hacer algo, pero siempre encontraba una excusa para no ir a acostarme.
Fue genial, me cayó como anillo al dedo, recibí muchas herramientas. Agradezco la posibilidad de decir lo que me pasaba, y de conectar en la misma sintonía. Me sirvió para darme cuenta de que no estoy sola, de que hay muchas personas que tienen la misma angustia, necesidades. Sobretodo, la información y ayuda que recibí y que puedo aplicar día a día es muy buena, y fui viendo resultados. Significó un gran apoyo, una gran ayuda.
Descubrí que yo tengo la respuesta a muchas cosas, y la importancia que tiene preocuparnos de nosotras. Si yo estoy bien, mi entorno va a estar bien. Descubrí que tengo herramientas que puedo utilizar.
Lo que más me gustó fueron las herramientas, ir aplicándolas e ir viendo resultados. Me di cuenta de que haciendo pequeños cambios, pequeños hábitos diarios puedo traer cambios a mi día a día. Me gustó también compartir con otras mujeres y sentirme parte de un grupo.
Hay que atreverse, siempre va a ser una buena experiencia, siempre va a ser importante esto es para ti, para que tú te des importancia, la importancia que todas nos merecemos. Hay que atreverse, la experiencia fue muy buena, muy sanadora”
A. González, Mamá y Educadora Diferencial
“Venía con muchos cambios en mi vida, tengo dos hijos, trabajando todo el día, y uno de mis hijos tiene problemas de sueño, gastrointestinales y sensoriales. Estaba encerrada y sin tiempo para mí.
Me ayudó mucho el taller a visualizar donde están mis debilidades, calmar la mente, no pensar tanto. A veces uno piensa más las cosas y sufres por ellas y luego nunca pasan. Priorizo y veo cuáles son las cosas urgentes y trato de organizarme, y lo demás lo voy solucionando poco a poco. Dejé mucho el celular, y eso me ayuda a estar más tranquila. Te lleva a conectarte contigo misma.
Estoy muy agradecida, porque el poderme sentar y conversar todo esto para mi es un desahogo. Poder compartir mi vivencia, mi experiencia, mis expectativas, mis temores, mis miedos con una persona que de una manera muy bonita se ha tomado su tiempo, le ha dado mucho cariño a todas las personas que estamos en el taller y nos ha ayudado con herramientas que aunque uno las tuviera a la vista, no las ves, si es que no se dirigen directamente a ti, o si vienen de alguien que no ha vivido lo que tú estás viviendo.
Me dio mucha paz y tranquilidad.
Muy buen taller, a pesar de las distancias llega muchísimo, porque uno hace contacto emocional y eso ayuda a aceptar y sanar. Estoy agradecida por las estrategias, las técnicas, por el tiempo, la motivación y de verdad que fue muy positivo”
Tey Troncoso, Mamá y Auditora
“Me sentía súper nerviosa, había vuelto hace poco al trabajo, con todos los miedos, de llevar días con licencia, de no recordar las cosas. Andaba muy temerosa por el mundo. En la casa ha sido difícil, me pregunto ¿dedico tiempo a mis hijas o a la casa? Ha sido un proceso de mucha culpa.
Me di cuenta de que sí puedes destinar tiempo, solo hay que organizarse un poco mejor. Siento ahora que no hay que hacerse tanto problema por cosas que uno no sabe si van a pasar o no, trato de disfrutar el momento. Antes sufría y me estresaba el doble. Siento que es muy útil y deja enseñanzas que a uno le van a servir mucho, sobretodo porque uno siempre se deja para el final.
Uno se da cuenta de que se queja por tonteras y hay que agradecer un poco más lo que tenemos a diario. Ver el vaso medio lleno.
Me encantó que fuera virtual, porque uno se limita por el tiempo, el día y la hora, lo amé, conocer a otras personas. Es un plus maravilloso, porque cuesta mucho hoy en día abrir tu círculo, socializar, porque estás con el pie en el acelerador y vives la rutina.
Lo recomiendo cien por ciento, porque es algo que necesitamos todos, espacio para uno, meditar, desconectarse un rato de todo tu estrés y preocupaciones, y respirar, tomar aire y decir, “¡vamos, esto sí se puede!”.
Uno tiene que optar por las cosas que le hacen bien, y este curso, en verdad que te hace bien. A todos nos sirve, a mis hijas también”
Iris Saldívar, Bióloga
“Estaba muy automatizada, con mucho estrés y ya lo cargaba sin intelectualizarlo mucho, lo tomaba como quien carga su lonchera para el desayuno o su bolso.
Este proceso significó para mi frenar y preguntarme a mí misma cómo estoy, describir mi estrés y conocer cómo se nota en mi cuerpo o comportamiento.Pude identificar cómo estabilizar mi cuerpo y dedicarle tiempo a ello.
Me gustó la fluidez, flexibilidad y honestidad que se generó. Sentí que aprendí y me dediqué tiempo sin sentir el estrés de que tengo que cumplir con una estructura rígida. Fue muy bonito, fue como una guía, un susurro articulado de qué es lo que podemos hacer para cuidar nuestro espacio personal y por lo tanto nuestra salud.
María de los Ángeles es muy acertada y sabe guiar al grupo y a las personas por individual, te ayuda y da consejos para que te cuides y cuides tu espacio, pero desde la perspectiva de un acompañante respetuoso, una guía que te muestra las herramientas y el sendero que puedes recorrer, sin presionarte. La última decisión la tienes tú, pero ella te acompaña hasta que tú misma aplicas los trucos que ella te da, y los que mejor se adapten a ti. 100% recomendada. Es un proceso muy efectivo, porque aprendes a bajar la velocidad de tu día y oír tu cuerpo”
Joel Sandoval, Docente Lenguas Inglesas
“Estaba con ganas de aprender maneras de llevar un estilo de vida mas conectado conmigo, más allá de las trampas mentales a las que me había acostumbrado. Estaba en un momento clave de mi vida en el que luego de psicoterapias y trabajo personal, me sentí listo para tomar el camino de una vida feliz.
Fue muy agradable. Siento que tuve los espacios de escucha necesario y también guía hacia el ejercicio y la acción.
Desarrollé un nuevo modo de pensar. Sustituí el pensamiento fatalista por uno de observación, lo que me permitió actuar desde una calma interior.
Me veo tranquilo. Abriéndome camino en un campo que me apasione, llevando un estilo de vida que gire en torno a lo que me llena y viendo lo que le da color a la vida.
Pedir ayuda es el primer paso para estar mejor.
En este programa encontrarás distintos métodos para convivir con esos pensamientos frenéticos que parecieran dominarte, pero que con ayuda de la coach, lograrás desarmar y cambiarlos por pensamientos de bienestar”
Ana María Vargas, Gastrónoma y Corredora de Propiedades
“Estaba desordenada, hace un buen tiempo venía acostándome a cualquier hora, tenía un mal dormir, me despertaba mucho en la noche, pero yo pensaba que estaba bien así y que me iba a ordenar sola, mágicamente.
Descubrí que todo necesita un trabajo, una adaptación, un investigar, saber, un querer estar mejor. Me puse a pensar en lo que yo quería, en qué era lo que yo sentía, que era lo que yo quería cambiar.
Y así uno vuelve a rectificar que, si no pienso en mí, nadie lo va a hacer, y eso es tan simple, pero uno nunca lo hace, y ahí empezó el camino.
Lo que más me gustó fue poder compartir con otras mujeres que estaban en la misma, poder escuchar, porque uno generalmente no ve cuando las cosas le están pasando a uno, pero ¡pucha que es fácil ver cuando le está pasando al otros! El ver que éramos mujeres que teníamos en común dificultades, culpa de preocuparnos por nosotras mismas, sea por la familia, los hijos, o lo que sea.
El estar ahí, el compartir y el darme cuenta de que a veces hay algunas culpas, de que uno se acostumbra a no pensar en una misma, y yo creo que hay que acostumbrarse, y empezar a cuidarse desde adentro hacia afuera, partiendo en mí, para que después se proyecte hacia afuera, y comience igual a cambiar, porque si uno está bien, tranquila, durmiendo bien, trabajando tu mente, pudiendo relajarte, ve cambios. Yo he visto cambios y sigo trabajando y si uno es tan cuidadosa con uno como lo es con el resto, va a hacer el cambio.
Yo se lo recomiendo a muchas amigas y a mi familia, porque fue un despertar a volver a hacer las cosas que me hacen bien, a no dejarme de lado.”